En tiempos de alta movilidad social el área de Compliance juega un papel esencial en el fortalecimiento de los controles de ciberseguridad. La creciente conectividad y el aumento en el uso de tecnologías digitales han hecho que la ciberseguridad sea más crítica que nunca. Teniendo en cuenta esto, la participación de Compliance se enfoca en garantizar que las políticas y normativas estén alineadas con los estándares establecidos. A su vez las organizaciones se deben enfrentar a varios desafíos en materia de ciberseguridad, entre las cuales destacan:
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Aumento del trabajo remoto y usuarios externos.
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Panorama de amenazas en constante evolución.
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Responder rápidamente a posibles amenazas.
Como puntos extra el área de Compliance participa en la creación y adaptación de políticas que reflejan el contexto actual. Estas políticas pueden incluir el uso seguro de dispositivos personales, la administración de acceso a redes públicas y pautas para el trabajo remoto. La flexibilidad en las políticas ayuda a mantener la seguridad sin afectar la productividad de los empleados.
También participa estrechamente en la identificación de riesgos y ciberseguridad para realizar evaluaciones periódicas, identificando y anticipando vulnerabilidades. La alta movilidad implica riesgos adicionales, como el uso de redes públicas y el posible acceso desde dispositivos no corporativos.
Los Controles de Ciberseguridad
Los controles de ciberseguridad son aquellas medidas y estrategias que se diseñan para proteger cada uno de los sistemas, redes y los datos contra las amenazas digitales, entre estas amenazas podemos encontrar ataques cibernéticos y/o accesos no autorizados. Estos controles de ciberseguridad son de gran importancia ya que garantizan la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información, ayudando a reducir riesgos y asegurando el cumplimiento de las normativa de seguridad.
A continuación presentamos las principales áreas clave donde se pueden reforzar los controles de ciberseguridad.
Acceso Remoto Seguro
El trabajo remoto y el uso de dispositivos personales amplían las vulnerabilidades, pues aumenta la posibilidad de que los empleados se conecten desde redes menos seguras, a menudo públicas.
Para mitigar estos riesgos, es crucial implementar controles de acceso robustos, como el uso de redes privadas virtuales (VPN) para conexiones a redes corporativas. Además, la autenticación multifactor (MFA) debe ser un requisito básico, ya que nos brinda un acceso más seguro y obtenemos más seguridad. Haz clic aquí para conocer más sobre los métodos de autenticación.
Es importante que los empleados y colaboradores externos también reciban capacitaciones sobre prácticas seguras de acceso y sean asesorados sobre el uso de VPN y MFA, lo que les garantizará un acceso de forma segura, incluso desde entornos fuera de la oficina.
Controles de Seguridad en Dispositivos Personales (BYOD)
Es muy común que las personas hagan uso de sus dispositivos personales para acceder a redes corporativas, cómo el correo electrónico o herramientas de gestión. Por ello, es crucial implementar una estrategia de administración de dispositivos móviles (Mobile Device Management), que permita monitorizar y proteger los dispositivos que se conectan a la red corporativa. Esto ayuda a garantizar que los sistemas no autorizados o inseguros no accedan a la información clasificada como sensible o restringida, manteniendo su integridad.
Monitorización y Detección de Amenazas en Tiempo Real
Un sistema de monitorización continua es esencial para detectar patrones de actividad sospechosa que puedan ser indicio de una brecha de seguridad.
El uso de herramientas de detección y respuesta de amenazas, permite a los equipos de ciberseguridad recibir alertas en tiempo real y actuar rápidamente. Los sistemas de monitorización ayudan a identificar amenazas, proporcionando una ventaja significativa en momentos de alta movilidad social.
Actualizar Planes de Respuesta a Incidentes
Un plan de respuesta a incidentes eficiente y funcional debe estar bien estructurado, actualizado y debe ser probado regularmente, para así garantizar que la organización pueda reaccionar de manera rápida y efectiva ante cualquier amenaza. Este documento debe incluir una identificación de los tipos de incidentes, protocolos de detención, procedimientos detallados para la contención y mitigación del impacto, así como estrategias de recuperación y análisis.
Es fundamental que cada miembro del equipo tenga asignados roles y responsabilidades bien definidos para evitar confusiones en momentos críticos. La comunicación tanto interna como externa es clave para coordinar acciones y mantener informadas a las partes interesadas. Además la participación continua del personal en los simulacros, permiten evaluar la efectividad del plan y mejorar la implementación del mismo.
Tras cada incidente, es crucial que se realice un análisis y evaluación de las respuestas aplicadas para detectar fallas y posibles oportunidades de mejora. Un plan bien diseñado y optimizado, no solo minimiza el impacto de un incidente, sino que también fortalece la postura de seguridad de la organización ante futuras amenazas que se presenten.
Buenas Prácticas de Seguridad para Usuarios
Las buenas prácticas de seguridad son fundamentales, especialmente cuando los usuarios operan fuera de las redes corporativas seguras. Algunos de los puntos de buenas prácticas es el tener contraseñas fuertes, diseñando una política de gestión de contraseñas y mantener la actualización de sistemas y softwares de los equipos utilizados por cada uno de los colaboradores.
Conciencia y Capacitación Continua
Dado que un gran porcentaje de las amenazas digitales, como el phishing, ransomware y ataques de ingeniería social se basan en errores humanos, la conciencia y capacitación continua en la ciberseguridad son puntos esenciales para reducir los ciberataques y fortalecer la seguridad de cualquier organización. Por ello, es crucial educar a los colaboradores para que puedan identificar, prevenir y responder adecuada y eficazmente a estos riesgos.
La ciberseguridad es un campo en constante evolución, por lo que la capacitación no puede ser un evento único, debe ser un proceso continuo. Para que las capacitaciones sean eficientes deben ser interactivas y aplicadas al entorno de trabajo real.
Algunas estrategias a implementar pueden ser:
- Cursos en línea.
- Juegos y retos de ciberseguridad.
- Boletines y alertas de ciberseguridad.
Al momento que las organizaciones implementan la capacitación continua demuestran una reducción significativa en la cantidad de incidentes de seguridad. Los colaboradores capacitados son la primera línea de defensa contra los ataques cibernéticos.
Un punto positivo de invertir en capacitación no solo protege a la organización contra ciberamenazas sino que también fomenta una cultura de seguridad y minimiza riesgos asociados a los errores humanos. Conoce algunos errores humanos que comprometen la postura de ciberseguridad de una organización aquí.
En conclusión, la alta movilidad social reta a las organizaciones a establecer y fortalecer sus controles de ciberseguridad, adaptándose a un entorno en constante cambio. La clave radica en anticiparse y ajustar los controles de ciberseguridad según las circunstancias cambiantes. Adoptar un enfoque proactivo y adaptativo, respaldado por una capacitación sólida y políticas efectivas, puede ayudar a mitigar los riesgos y proteger la información crítica, incluso en los escenarios más dinámicos.
