En el vasto y ajetreado espacio de Internet, una sombra se cierne sobre las organizaciones y empresas en línea: devastadores ataques DDoS y DoS. Estos ataques digitales representan una amenaza constante y creciente, capaz de hacer inaccesibles las fortalezas digitales más poderosas. ¿Cómo podemos lidiar con los enemigos cibernéticos que acechan en el ciberespacio? ¿Qué son exactamente los ataques DDoS y DoS? ¿Y cuál es la diferencia entre los dos?
Únase a nosotros en este viaje a través de la guerra contra el caos informático, a medida que descubrimos la naturaleza de estos ataques y cómo podemos proteger nuestras redes y sistemas de la embestida de aquellos que buscan quebrantar nuestra seguridad digital.
Foto de Sora Shimazaki
Un ataque DDoS (Ataque de denegación de servicio distribuido) es una forma devastadora de amenaza cibernética diseñado para abrumar y derribar un sitio web o servicio en línea, haciéndolo inaccesible para los usuarios legítimos. En este tipo de ataque, el perpetrador puede usar una red de muchos dispositivos, conocida como botnet, para atacar al objetivo con una gran cantidad de tráfico malicioso.
Los atacantes pueden tener diferentes motivos para llevar a cabo estas amenazas, como extorsión, vandalismo, actividad agresiva o competencia desleal. Los ataques DDoS pueden causar graves daños económicos y de reputación a las empresas y organizaciones, así como afectar la seguridad y la privacidad de los usuarios.
Imagina que tienes una tubería de agua que puede suministrar agua a muchas personas al mismo tiempo. Ahora, sí cientos de miles de personas abren el grifo y piden agua, las tuberías se sobrecargarán y nadie obtendrá el servicio que necesita. Del mismo modo, un ataque DDoS sobrecarga los servidores, y los recursos del sitio web de destino con una gran cantidad de solicitudes falsas, lo que hace que se sobrecargue y no pueda responder a las solicitudes legítimas del usuario. Un ejemplo es el ataque DDoS a la plataforma PlayStation Network en 2014 o la situación más reciente que sufrió Microsoft.
“Microsoft sufrió un ataque DDoS que interrumpió servicios como Azure, Outlook y OneDrive. Anonymous Sudán ha sido designado como el grupo de hackers detrás del ataque. Microsoft se asegura de que los datos de los clientes no se vean comprometidos, pero recomienda que los usuarios revisen sus recomendaciones para evitar problemas. El ataque fue rastreado por Microsoft e identificado como Storm-1359, que obtuvo acceso a un conjunto de botnets y herramientas para lanzar ataques DDoS desde una variedad de servicios en la nube e infraestructura de proxy abierta”.
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Debido a su naturaleza distribuida, estos ataques son difíciles de mitigar y pueden tener un impacto significativo en la disponibilidad y la confianza de los usuarios en los servicios en línea. Por eso, la protección contra las amenazas es fundamental para garantizar la seguridad y la estabilidad de los sistemas en el mundo digital.
En el caso de un ataque DoS (Denegación de servicio) es un tipo de ataque cibernético que impide que los usuarios accedan a recursos o servicios en Internet, como sitios web, aplicaciones o servidores. El atacante envía una gran cantidad de solicitudes o paquetes de datos al sistema de destino, sobrecargando la capacidad de procesamiento y el ancho de banda del sistema, lo que hace que el sistema se ralentice o se bloquee.
Algunos ejemplos de ataques DoS conocidos son el ataque que afectó a varios sitios de medios en 2016, y el ataque a la sociedad Dyn, que es la encargada de dirigir el flujo de servidores de internet y direcciones IP desde la costa este de Estados Unidos. Le fue bloqueado el acceso a Twitter, Spotify y Netflix en 2017.
Los ataques DoS se pueden clasificar en dos categorías principales que son:
La diferencia clave entre DoS y DDoS es que DoS se origina en una sola fuente, mientras que DDoS involucra una red distribuida de múltiples fuentes. Los ataques DDoS son más potentes y difíciles de combatir debido a su naturaleza distribuida, lo que los convierte en una amenaza más grave para la disponibilidad y estabilidad de los servicios en línea.
Aquí te compartimos 3 diferencias importantes que debes saber de los ataques DDos y DoS:
La escala, la complejidad y la ofuscación de los ataques DDoS los hacen particularmente difíciles de mitigar y representan una amenaza más grave para la disponibilidad y estabilidad de los servicios en línea.
Las organizaciones deben implementar procesos de continua mejora en sus capacidades de detección y respuesta a incidentes de seguridad para dar confianza a sus clientes.
Determinar qué ataque es más grave, DoS o DDoS, depende de una serie de factores y del contexto en el que se produce. Ambos ataques pueden tener consecuencias graves, pero en general, un ataque DDoS tiende a considerarse más grave debido a su naturaleza distribuida y potencial de alto impacto.
Un ataque DoS puede causar problemas locales y temporales con la disponibilidad de un sitio web o servicio en línea. Si bien puede afectar a un número limitado de usuarios, por lo general no es tan generalizado ni tan devastador como un ataque DDoS. Las medidas de seguridad y los recursos adecuados pueden ser suficientes para mitigar y recuperarse más rápido de un ataque DoS.
Por otro lado, un ataque DDoS es mucho más poderoso y difícil de resistir. La dispersión del tráfico de múltiples fuentes hace que sea extremadamente difícil bloquear todas las conexiones maliciosas y restaurar la disponibilidad del servicio. Un ataque DDoS exitoso puede paralizar por completo un sitio web o un servicio en línea durante mucho tiempo, lo que afecta a una gran cantidad de usuarios y causa pérdidas financieras significativas.
Es importante tener en cuenta que DoS y DDoS son amenazas cibernéticas graves y pueden causar daños significativos a empresas, organizaciones y usuarios. La gravedad de un ataque depende del tamaño, la intensidad y el propósito del ataque en cuestión, así como de la preparación y respuesta del objetivo a la situación.
Proteger la red contra los ataques DoS (Denegación de servicio) y DDoS (Denegación de servicio distribuida) requiere una combinación de métodos y soluciones para reducir el riesgo y mitigar el impacto de estos ataques. Aquí hay algunas estrategias y medidas que pueden ayudar a proteger su red contra este tipo de ataques:
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Al combinar estas medidas de seguridad, las empresas pueden mejorar significativamente su capacidad para detectar y responder ante de los ataques DoS y DDoS, minimizar el impacto y garantizar la disponibilidad y estabilidad de sus servicios en línea.