La sofisticación de Static Tundra se evidencia no solo en su longevidad, sino también en su estructura organizativa. El uso de múltiples alias conocidos, como “Berserk Bear”, “Dragonfly” y “Energetic Bear”, para referirse a lo que se describen como “sub-clústeres” dentro de la misma unidad del FSB, apunta a una operación de inteligencia altamente institucionalizada, resiliente y con una clara división de trabajo. Esta estructura formal, sostenida por financiación estatal a largo plazo, implica una madurez operativa que supera con creces a la de los grupos de ciberdelincuencia convencionales. Por lo tanto, la amenaza que representa Static Tundra no es un evento transitorio, sino una presencia constante en el panorama geopolítico que exige una estrategia de defensa y gestión continua en lugar de una simple solución reactiva.
Descubre todos los detalles de cómo protegerte, revisando el boletín completo.